Este documento tiene como objetivo facilitar a las empresas y profesionales del sector audiovisual que desean trabajar en los Estudios GGM un Protocolo de Buenas Prácticas Sanitarias, vinculante, pensado para generar confianza y favorecer la producción audiovisual en nuestras instalaciones. El protocolo establece un marco normativo de operación, conformado por una serie de recomendaciones útiles, prácticas y claras, de aplicación diaria, que nos permitirán cuidar la salud y el trabajo de todos los profesionales que desempeñan sus labores cotidianas, sean clientes o empleados de los Estudios GGM, en estricto cumplimiento de las normativas de salud y seguridad laboral establecidas por las administraciones públicas competentes.
Los Estudios GGM son una instalación abierta a la diversidad y la innovación, cuya misión es la entrega de soluciones técnicas y operativas para los creadores de contenido audiovisual de cualquier género. Por ello reconocemos que cada cliente y proyecto es único y que son sus productores, creadores y realizadores quienes mejor conocen las peculiaridades de su obra. En este sentido hemos definido que la implementación de este protocolo, para un proyecto específico, será una responsabilidad que cada producción debe afrontar. Nuestra obligación será vigilar la aplicación del marco normativo más amplio para lograr una convivencia armónica y segura. La retroalimentación continua entre partes es prioritaria, y las autoridades competentes de los Estudios estamos comprometidos a brindarles el apoyo necesario a cada paso.
Todas las disposiciones se basan en recomendaciones gubernamentales y en la experiencia de otros prestadores de servicio y profesionales del sector audiovisual, tanto nacional como internacional. Sin embargo, y más importante aún, todas apelan al sentido común, al respeto de los derechos humanos, al sentido de responsabilidad personal y a la necesidad de un cambio de cultura; de usos y costumbres que nos permitan seguir adelante ahora- reduciendo al mínimo la posibilidad de tener que detenernos otra vez, ante futuras emergencias sanitarias. En otras palabras, nos desafían a adaptarnos y a operar con éxito en la tan citada “nueva normalidad” que llegó para quedarse; por algún tiempo con el COVID-19 y, posiblemente mañana, con algo más.
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