El antecedente creado por la facilidad de transmisión del COVID-19 no solo ha significado grandes cambios en las conductas personales, sino que también ha obligado a modificaciones importantes en los lineamientos generales de operación en las empresas, así como la instauración de procedimientos rigurosos de higiene y seguridad ambiental como respuesta de responsabilidad social para el beneficio de todas las personas que laboran en sus instalaciones.

En este sentido, en los Estudios GGM se han duplicado los esfuerzos para asegurar al máximo la higiene en el ámbito laboral, aplicando lineamientos especiales para la limpieza constante tanto de oficinas, como de los espacios comunes y la desinfección periódica de todas las áreas:

1. Incrementar la frecuencia de limpiado de superficies comunes (mesas, sillas, manijas de puertas, etc.).
2. Desinfección diaria de espacios comunes y oficinas con soluciones cloradas o viricidas de eficacia comprobada (pasillos, escaleras, baños y WC).
3. Uso de tapetes desinfectantes, ozono, luz UV (donde aplique) y otros métodos de desinfección seguros.
4. Las superficies expuestas a un alto nivel de contacto serán desinfectadas con frecuencia y a profundidad por medio de especialistas capacitados en higiene industrial y/o proveedores especializados del ramo.
5. Se restringe el uso de joyería, corbatas bufandas y otras prendas de vestir que puedan funcionar como medios de transferencia de microorganismos. Se recomienda además el énfasis en la higiene personal (especialmente en personas con barba y bigote).